¿De dónde viene el nombre?
barraca.
(Del cat. barraca).
1. f. Construcción provisional desmontable, que se destina a espectáculos, diversiones, etc., en las fiestas populares.

“La bella Aurelia” fue una camioneta muy aguantadora. Imaginar que cargaba un teatrito armable, media docena de actores uniformados y un siglo de oro español. A decir verdad, su labor no era nada fácil: recorría la España de los treinta mientras era montada por un grupo de teatro universitario que fue bautizado como La Barraca.
La Barraca fue el lanzamiento de Federico García Lorca y Eduardo Ugarte por formar un grupo de teatro con varios estudiantes de la universidad y así acercar los clásicos españoles a los lugares más aislados de España. La llegada de la Barraca a cualquier pueblo significaba la visita de Tirso de Molina o Juan del Encina. Así, la gente se prendía con la representación de “Los entremeses”, “La vida es sueño” o “El burlador de Sevilla”. Se trataba de tirar la vanguardia por la ventana y volverse a los pueblos extraviados de esta España.
Pero el corazón de “La Bella Aurelia” tenía dueño: Aurelio Romeo. Quien la condujo por todos los rincones de la península y a quién debe su nombre. Una pareja de trotamundos de quienes se sabe ya muy poco. Pues la aventura que incluía a esta pareja y al grupo de teatreros universitarios se terminó con la llegada de la guerra civil española.
De La Barraca solo quedan muestras espectrales: su logotipo, la videografía del Youtube, los viejos artículos, la esperanza artística y los comentarios que algunos amigos registraron del mismo García Lorca. Aquí, el día en que todo empezó: “Muy entrada la noche irrumpe Federico en la tertulia con impetuosidades de ventarrón… Se trata de una idea nueva que ha surgido, con la violencia de una erupción, en su espíritu en constante efervescencia. Concepción seductora de vastas proporciones: construir una barraca —con capacidad para 400 personas―, con el fin de ‘salvar al teatro español’ y de ponerlo al alcance del pueblo. Se darán, en el galpón, obras de Calderón de la Barca, de Lope de Vega, comedias de Cervantes… Resurrección de la farándula ambulante de los tiempos pasados… Aquí Federico se encumbra a las nubes. –Llevaremos –dice– La Barraca a todas las regiones de España; iremos a París, a América…, al Japón..