Idea: la historia detrás del nombre
La idea surge bajo el resguardo del café azul y oro. Ahí nos empezamos a juntar y decíamos ‘-estaría bueno hacer una revista de teatro para el CUT. -sí, estaría súper chingón’ Las palabras fueron haciéndose más sólidas, hasta que decidimos crear un grupo de trabajo y enfrentarnos a los abismos de la estructura de una revista y a los horarios de la burocracia. La primera junta sucedió -como es costumbre en los proyectos universitarios- en una de las banquitas que están junto a la escuela. Ahí dimos cauce a la idea y quedamos en hacer una junta un poco más formal en una de nuestras casas. Así le caímos un día a casa de Emilio y entre risas, cafés, cervezas y un poco de comida que había sobrado de una cena empezamos a trabajar en la revista.
Al principio iba a llamarse Litoral, pero luego pensamos que ese nombre estaba muy choteado. La idea de la barraca surgió cuando leímos una reseña de Esther Seligson en su libro ‘Para vivir el teatro’ llamada ‘El sabor a muerte de García Lorca’; ‘Y no olvidar que el teatro es un arte, un gran arte, un arte que nace con el hombre, decía Lorca, el apasionado director de la Barraca, ese teatro que se monta y desmonta, que rueda y marcha por los caminos del mundo, teatro universitario formado por estudiantes recorriendo pueblos españoles’ escribía Seligson. Al momento nos identificamos con todo: el apasionado director, el teatro que se monta y desmonta, los caminos del mundo. El nombre había tocado nuestra puerta. Nos habríamos de llamar ‘La Barraca’. La revista tomaba forma y acercaba a la gente. Un día decidimos presentarle el proyecto a Mario y comenzar a trabajar de lleno. Así llegaron al equipo un grupo de personas de la Escuela Nacional de Artes Plásticas, ahora llamada FAD, y con ellas comenzamos a definir el diseño, la portada y los pormenores que involucran la publicación impresa y digital de una revista.
Esto se llama La Barraca, y es un espacio en dónde las ideas, los pensamientos y la reflexión arrojan al estudiante a preguntarse qué es lo que hace estudiando, con qué sentido y para qué propósito.
Aprender significa para nosotros dudar de lo que sabemos, de nosotros mismos y de lo que nos han enseñado. Esta revista surge para ser un punto de quiebre entre lo que sabemos y lo que podemos conocer. Aquí está la ventana a lo desconocido, a lo nunca imaginado. Como un lago en donde nos sumergimos con emoción le entramos a este proyecto y lo presentamos dejando que tome su rumbo hacia lo que como estudiantes nos interesa.
El arte quizá es inútil, como afirmaba Oscar Wilde, pero el medio por el que se crea el arte, la acción de crear, lleva consigo el compromiso de ser a la vez auténticos y de estar arraigados a nuestro propio entorno, a lo que nos toca vivir y a lo que podemos imaginar como estudiantes y hacedores de teatro. Es aquí en donde el arte logra su incidencia en el artista y en la sociedad: no en el objeto, sino en la creación. El mundo se crea cada vez que alguien pronuncia algo. Estamos siempre creando un mundo. En esta revista los invitamos a plasmar esos mundos en letra y papel, y usarlos para darle una dirección a este espejo de nosotros que es nuestro arte.
Aquí está tu revista. La ideas son nuestras, siempre serán nuestras. Compartámoslas para hacer de nuestro querido CUT un lugar de desarrollo, de crecimiento, de batallas, un lugar en donde las paredes escuchen y también sepan callar.