Otra manera de divertirse. Entrevista con Lisa Lucassen

Colaboraciones

Entrevista por Mariana López-Dávila.

En octubre del año pasado tuve la oportunidad de participar en el Workshop: WIR/NOSOTRXS Una declaratoria de amor dirigido por Antonio Cerezo, acompañada de Lisa Lucassen y Heiko Kalmbach. Tras casi dos semanas de trabajo presentamos una pieza escénica en el Teatro el Granero del Centro Cultural del Bosque. 

Fue una experiencia que me abrió los ojos a otras maneras de jugar en el teatro. El día de la última función, algunos momentos antes de salir a escena, me senté con Lisa a hablar sobre la trayectoria de la colectiva She She Pop: ¿Cómo empezaron esta carrera de 26 años en la escena teatral alemana? 

M: ¿Cómo fue que vino a tu mente la idea de crear este colectivo y su nombre?

L: Formamos el grupo cuando éramos estudiantes en el Instituto para las Ciencias del Teatro Aplicado de Giessen. El cual, es un Instituto estúpido, bueno no -por favor borra eso-. Es un agradable Instituto en una ciudad muy aburrida, en el que hay muy pocos estudiantes y se les enseñan un montón de cosas que no encajan entre sí.

Lo mejor de éste, en mi opinión, es que hay un pequeño escenario en donde se le permite trabajar a los estudiantes (y fue lo que hicimos). Pero cuando llegamos ahí, nuestros compañeros hombres usaban el antiguo drama griego, cambiaban el texto y dirigían a sus compañeras mujeres como actrices, cosa para la que no teníamos entrenamiento. 

Nosotras estábamos un poco aburridas con esa dinámica y decidimos hacer nuestras propias cosas que serían sin drama, sin texto dramático y sobre nosotras mismas; un colectivo sin jefe. Esas tres cosas estuvieron desde el inicio, además éramos un grupo formado sólo por mujeres: el hecho de que ahora tengamos un miembro masculino no nos hace un grupo no femenino, solamente muestra lo abiertas que somos (ríe).

M: ¿Por qué decidieron tener un grupo de sólo mujeres?

Porque ya habían suficientes artistas masculinos que se llamaban a sí mismos “artistas”. Nosotras descubrimos que necesitábamos alzarnos he inventar algo distinto, sin dirección ni escritura más que la de nuestro propio texto. Éramos jóvenes a mediados de nuestros veintes y pensamos: “Hay que intentar esto, puede ser divertido”. Y resultó ser muy divertido, entonces continuamos haciendo eso por 26 años. 

Nuestro nombre viene de una de nuestras primeras apariciones en público, en la que nos pusimos unas barbas muy largas y unos vestidos cortos mientras hacíamos covers de canciones del grupo ZZ Top -cuyos miembros usan barbas muy largas-. En el fondo había videos de nosotras caminando por la ciudad vestidas así mientras tratábamos de pararnos muy cerca de hombres con barbas. No fue nuestra primera presentación en público pero fue la primera vez que utilizamos ese nombre. Antes de eso solamente éramos Ilia, Berit, Mieke y Lisa, cuatro nombres.

 No pensamos que era un acuerdo profesional serio en el que nos estábamos metiendo. Nosotras, o por lo menos yo, no pensábamos que ése fuera el inicio de una carrera muy larga. Por supuesto que estábamos estudiando para ser artistas jóvenes y probamos con la forma, pero nos enseñaron muchas cosas que no tenían sentido en el orden en que nos las mostraron. Entonces básicamente estábamos experimentando y divirtiéndonos haciéndolo. Lo que recibimos de la escuela fue muy importante, aunque no tuviera sentido en ese momento. 

M: ¿Qué les hizo reconsiderar tener a un hombre en el grupo?

¡Fue él! Sebastian trabajó como nuestro diseñador de sonido por un tiempo y después nos dijo: “Por favor, ¿puedo unirme a ustedes en el escenario? Quiero un rol en escena también”. Nos dio buenas razones por las cuales era tonto ser un grupo solamente de mujeres, es un feminista hecho y derecho y puede decir que somos un grupo de mujeres sin sonrojarse. Eso fue un poco de nuestro criterio para aceptarlo, además es muy talentoso y todas lo amamos. 

M: ¿Se dieron cuenta de que no iba a cambiar radicalmente su dinámica de trabajo?

Exactamente, porque ya habíamos trabajado con él anteriormente. Solamente cambiamos un poco el lugar desde el que trabajamos con él. La forma de nuestro trabajo siempre cambia porque evolucionamos en ideas -o retrocedemos-… (ríe) Y también tuvo que ver que aceptamos a dos miembros nuevos al mismo tiempo, un hombre y una mujer, entonces eso hizo que cambiara la dinámica del grupo, por supuesto, porque son nuevas y diferentes personas. Es difícil decir qué tanto tiene que ver con el género de Sebastián y cuánto con su personalidad, pero no creo que haya sido un cambio radical que volteara todo de cabeza, eso no sucedió. 

M: ¿Consideras que She She Pop es un colectivo feminista? 

Indudablemente, sí. 

M: ¿Crees que ahora que tienen esta carrera y son un grupo “serio” tienen un objetivo distinto? 

Es difícil contestar eso porque creo que seguimos trabajando de la misma manera. Siempre hay algo que nos molesta o está dando vueltas en nuestras cabezas y en nuestros corazones y que pensamos que debería hablarse en público en un escenario. Y después empezamos a pensar en la forma: “¿Debería ser una pieza dancística? (aunque somos bailarinas terribles, nos encanta hacerlo), o ¿es algo que involucra a muchas personas o mucho arte en video u otra cosa?”.

 De cierta manera trabajamos de la misma manera que en el inicio. Pensamos en un tema, luego en la forma y lo exploramos hasta que después de un rato la pieza está terminada. Suena a magia, hay trabajo de por medio también. Pero es básicamente lo mismo, para mí se siente más como que los objetivos que buscamos o alcanzamos nos suceden. 

Es muy raro pero se siente de esa manera, solo hacemos lo que siempre hacemos, sin apuntar a algo específico y luego buenas cosas suceden o no suceden. Cosas buenas como que nos inviten a otros países, a festivales con prestigio, ese tipo de cosas. O sucede o no sucede, pero más frecuentemente sí pasa. 

M: ¿Por qué decidieron trabajar basándose en sí mismas y en su investigación autobiográfica?

Eso es muy fácil. Encontré una nueva manera de expresar eso aquí hablando con Sofía, una chica del workshop, que no había usado antes, pero es una buena descripción. Ella lo llama cortar al hombre de en medio, y el hombre de en medio es el drama. 

Pensamos que deberíamos hablar de cosas de las que conocemos y eso no es Antígona o Shakespeare, en la mayoría de los casos somos nosotras mismas, tratamos de ser contemporáneas y no usar una obra de Sófocles para hacerla contemporánea o encontrar qué en ella es contemporánea, no; empezamos de cero y pensamos en un problema, por ejemplo, ahora estamos haciendo una pieza sobre mujeres que envejecen porque nosotras lo somos. Hace diez años hicimos una pieza sobre nuestros padres y su lugar en la sociedad, lugar que nosotras empezábamos a tomar. 

Esas eran las cuestiones con las que estábamos trabajando internamente, entonces pensamos que podríamos también hacerlo en público. Y esa es la forma en que siempre lo hemos hecho. Además, no tenemos las habilidades de actrices, no podemos convertirnos en Blanche, no somos buenas en eso. Solamente podemos ser nosotras mismas y hacernos responsables por lo que decimos. Nunca es la culpa de alguien más si hacemos algo estúpido en escena, siempre es nuestra maldita culpa. (ríe)

M: Vi su pieza sobre La Consagración de la Primavera y hay mucha danza y lenguaje corporal. ¿Deciden qué clase de lenguaje utilizar basándose en su investigación del momento?

Esto tenía que ver con las madres. Con los padres la sensación era de sentarnos y hablar con ellos de cosas serias, que era algo que nosotras nunca habíamos hecho con nuestros padres. En el caso de nuestras madres, pensamos que no había que hablar mucho y no tenerlas en la misma habitación. Hay que tenerlas como grandes proyecciones y luego interactuar con ellas de muchas maneras, pero no en una conversación. Entonces decidimos danza y video en lugar de una pieza en que las personas hablan demasiado. 

M: ¿Qué consejo le darías a alguien que es estudiante de teatro dentro del modelo tradicional de drama de las escuelas? 

Bueno, pues yo he tenido una carrera muy feliz con un colectivo. Ese es el único consejo que puedo dar. Si tienes algunos amigos con los que quieres trabajar, que realmente te gustan y con los que puedes tener conflicto, agárralos y no los dejes ir.

 Es la única manera en la que yo sé trabajar, porque no me gusta dar órdenes y no me gusta recibir órdenes. Me gusta mucho trabajar con personas que tienen la misma cantidad de poder que yo. Y esto se siente cómodo para mí, pero no significa que sea lo correcto para todos. Pero si se siente bien para ti, ve y encuentra a esas personas. 

M: ¿Han encontrado un sistema para trabajar? Porque trabajar en teatro, colectivos, siempre significa tratar con personas. No significa que estés arriba o abajo de nadie, pero siempre hay conflicto. 

Claro, hemos creado algunos. Un sistema que hemos creado es éste: Alguien hace una sugerencia de un juego, ejercicio o dinámica en la que algunas personas toman parte y otras observan; después las reglas cambian de acuerdo a si las personas se sienten insatisfechas o quieren probar algo diferente y se intercambian los lugares. Entonces la persona que inventó el juego o ejercicio puede participar en él y las personas que jugaron primero pueden observar, y así continuamos intercambiando lugares todo el tiempo. 

Puede ser que alguien tuvo una idea o dos o tres, dependiendo de cómo haya sido la preparación para la jornada de trabajo. Nos parece sumamente útil tener ambas experiencias, la de participante y observador, porque al observar puedes ver cosas que alguien hizo que ni siquiera se había dado cuenta. Y después escuchar sobre cómo la experiencia fue aburrida o cansada o cualquier otra cosa, todos necesitan saber eso. Y después cambiarlo para que no sea ni aburrido ni demasiado cansado. Eso es lo más importante, intercambiar lugares. Y lo hemos hecho desde que empezamos a trabajar juntas. Puedes robar ideas de otros y desarrollarlas. Y lo ves como un cumplido, te hace sentir bien. Lo sabes y no hay que hablar de ello después. (ríe)

M: ¿Vas a hacer algo más en México en algún otro momento?

Por el momento solamente lo espero, pero como ya estuve aquí tres veces, creo que podría estarlo otra vez. La primera vez fue con La consagración de la primavera, ésta es la tercera y la segunda fue en un largo taller con Antonio, donde desarrollamos una pieza que se estrenó la primavera pasada, Oratorium

M: ¿Oratorium vino de un deseo o necesidad específica?

Así es. Es sobre dinero, sobre propiedad, capitalismo, herencia. Y la versión mexicana no era así pero la versión de Berlín sobre todo lidia con una pregunta: ¿Vives en tu propio departamento o rentas?. Porque ambas son horribles, las rentas suben y los precios para comprar en bienes raíces también, entonces todo está entremezclado. ¿Las personas que heredan o van a heredar pueden tener una vida mucho más fácil y relajada que aquellas cuyos padres no tienen nada?, esa pieza es sobre eso y es algo que ha sucedido en nuestras vidas. 

Tengo 50 años y soy oficialmente la persona de mayor edad en el grupo, y lo que pasa es que la mayoría de nuestros abuelos están muertos, algunos de nuestros padres están muriendo y hay fortunas siendo otorgadas a nosotros, o no. Eso es algo que está pasando ahora en nuestras vidas y con lo que tenemos que lidiar porque es muy injusto. No hice nada por la herencia que estoy esperando y mi amiga Ilia no hizo nada para merecer que no haya herencia esperándola. Eso nos hace desiguales y es terrible, sin poder hacer nada con ello en realidad. Es algo que nos molesta, que encontramos, escuchamos y decidimos hacer la pieza sobre ello. 

M: ¿Hay una versión mexicana y una versión alemana?

Pues la versión mexicana fue lo primero, la primera vez que hablamos con otras personas del tema. Eso fue muy temprano en el proceso y encontramos una forma muy buena, que era proyectar texto para la audiencia en un escenario vacío. Después hacer que la audiencia hablara y dividirla en dos grupos distintos. Probamos eso en México y resultó muy bien. Antonio, Sebastián y otras dos personas escribieron monólogos para la audiencia y otros trabajaron en acciones escénicas. 

Fue una cooperación fructífera y entonces ya sabíamos que hay algo que sucede con las personas mexicanas que es muy bueno para nosotros. Entonces fue fácil decidir venir de regreso y trabajar con personas que yo nunca había conocido antes, porque me divertí mucho la vez anterior. 

M: Es genial escucharlo. Muchas gracias y espero que vengas otra vez. 

Yo también lo espero y espero verte entonces.

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