Teatralia.TV presenta la colección completa de los 57 vídeos en Vimeo Pro derivados de la cobertura en Streaming del 3er. Congreso Nacional de Teatro del pasado mes de mayo, la cual ha sumado hasta el momento más de 26,489 visualizaciones en Facebook.
Agradecemos el apoyo de la Coordinación Nacional de Teatro, el Centro Cultural Helénico, el Instituto de Cultura de León y DanzaNet SC que hicieron posible este esfuerzo.
Teatro y sus contornos: Escenarios de la enseñanza teatral
Descripción:
El primer encuentro de La Barraca surge de la necesidad de hacer de nuestro proyecto un ejercicio que reúna en sí mismo teoría, práctica y construcción de posibilidades para la escena y, en este caso, para su pedagogía.
Para La Barraca, el conocimiento es, ante todo, un acto colaborativo: un encuentro, un diálogo y un proceso cambiante. La enseñanza responde y se configura a partir de consideraciones culturales, determinaciones locales y específicas según el contexto en que se genera. ¿Qué resguardan dichas consideraciones?, ¿por qué dan voz a determinados individuos?, ¿qué efectos tiene la subversión que desestabiliza las maneras de enseñar? Creemos necesario generar espacios de convivencia y participación diseñados para el pensamiento colectivo de nuestras formas de enseñar. Resulta esencial que estas reflexiones activen posibilidades de comprensión de la escena y el entorno social.
La exploración subversiva de otras formas de diálogo cuestiona, desde sus construcciones jerárquicas, simbólicas, y de dispositivos formales, las estructuras en que la pedagogía actual y el teatro se cimbran.
El encuentro, en sí mismo, es un discurso y un campo de exploración teatral y pedagógica.
Objetivos:
Descolocar los modelos de enseñanza a través de las formas de disposición espacial, temporal y jerárquica dentro del diálogo y reflexión durante las actividades del encuentro.
Construir vínculos sobre la enseñanza teatral, sus posibilidades y problemáticas entre alumnos, maestros y hacedores de teatro a partir del pensamiento crítico y el estado subversivo emergente en las prácticas pedagógicas.
Crear un espacio en el que los asistentes (maestros, alumnos y hacedores) sean participantes abiertos a la escucha y el diálogo.
Asumir el conocimiento como producto colaborativo y de diálogo entre los participantes del Coloquio.
Consolidar a La Barraca como un proyecto que trasciende, a través de otro tipo de prácticas, la publicación semestral de una revista teatral y generar posibilidades para hacer de la teoría y la práctica un solo ejercicio.
Crear un manifiesto escrito por los participantes que reúna la experiencia del encuentro así como sus conclusiones y entregarlo a las escuelas de teatro de la Ciudad de México.
Da Clik en el link para leer online las memorias del encuentro Teatro y Pedagogia, organizado por La Barraca, al interior del Centro Universitario de Teatro de la UNAM en mayo de 2016.
Preguntas sobre el privilegio de la representación nos llevaron, en el año 2015 a propiciar un encuentro de “Pedagogía Teatral” en el que pusimos en cuestión la figura del maestro, o del profesor y por ello, en dicho encuentro no invitamos a grandes maestros o pedagogos a que nos compartieran sus saberes. Para ese encuentro, apostamos por la figura del facilitador de conocimiento: el maestro como esa figura que aporta las condiciones (estrategias) para que el conocimiento se genere. Conocimiento a través de experiencias.
Preguntas sobre los roles, sobre las estructuras organizacionales heredadas nos llevaron a replantear nuestro organigrama, cuestionar las jerarquías y aventurarnos en el mar de lo desconocido. Al principio, la delegación de responsabilidades se volvió un poco compleja, ya que nuestra pasión nos cegaba para decidir realizar, cada quién, una sola tarea de la larga lista de ellas. Pero seguíamos queriendo escapar del organigrama convencional, confiando en la toma de decisiones conjunta, en el trabajo colectivo, y sobre todo, disfrutando de los hallazgos de cada nueva prueba. Intentamos rotación mensual, semanal, fichas de responsabilidad para cada tarea, rotativas también… no podría decir que nada de esto funcionó, pero sí, que nada de esto se instauró como el modus operandi de La Barraca.
Comenzamos como una revista de estudiantes de teatro, con la plena consciencia de que este camino podría abrir las puertas hacia una plataforma de generación de conocimiento, en la búsqueda hacia algo aún desconocido pero que resonaba en los corazones de los cuatro integrantes de La Barraca, en el seno del Centro Universitario de Teatro de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Hoy a todos los presentes, les auguro y repito tal vez, lo que ya se ha dicho, que el teatro tiene una larga vida, que el estudio de la representación puede revelarnos las fibras más profundas de nuestra forma de relacionarnos, que el estudio del teatro nos puede dotar de un ojo crítico que puede ser una herramienta para transformar, no el mundo, sino nuestra más cotidiana forma de presentarnos y representarnos en él. A los estudiantes, que no se angustien por insertarse inmediatamente en el mercado laboral, que reconozcamos que nuestra formación teatral tiene mucho que aportar al mundo más allá de nuestros talentos y presencias expandidas, y mucho que aportar al mundo del conocimiento, para el que la experiencia se ha mantenido como una fuente perecedera de saberes perecederos.
Junto con Emilio, Uriel y Rodrigo, comencé este viaje, y me importa mucho ser yo la que hoy presenta este número, pues hasta hace poco, era la única mujer en el equipo. Estoy muy orgullosa, de que sin buscarlo así, hoy nuestro nuevo consejo editorial esté conformado mayoritariamente por mujeres, pues nos recuerda que las energías masculinas y femeninas se complementan y son necesarias para un equilibrio en el trabajo, porque sí, percibimos el mundo con otras problemáticas, con otras dificultades y espero que pronto, podamos compartir nuestras experiencias con las mismas oportunidades.
Bienvenido 2018, bienvenido el número 3 de La Barraca, bienvenido, públicamente, el nuevo consejo editorial de La Barraca, Valentina, Pilar, Moy, bienvenidos todos y todas, esta noche y bienvenidos los proyectos de la barraca para este 2018, que continua en su búsqueda incansable, con aquello que nos unió: generar una plataforma de conocimiento, la reivindicación de la experiencia colectiva como fuente de conocimiento, del teatro como fuente de conocimiento, más y mucho más allá de la interminable colección de obras que nutren nuestras experiencias estéticas.
Este fue el discurso de apertura para la presentación del número 3, La otra Antropología Teatral: teatralidad fuera de la escena.
Pronunciado por Nora Daniela M.
El ejercicio
Para esta presentación planteamos el ejercicio de arrojar un pretexto a la audiencia, qué experiencias en sus vidas les habían hecho pensar o les daban la sensación de ser «teatrales».
Lanzamos esta provocación para escuchar qué es lo que la intuición nos dice a los teatreros y no teatreros que es lo «teatral». Quisimos alejarnos del panorama explicativo y catedrático para adentrarnos en la intuición, la percepción y la sensibilidad. Quisimos apostar por escuchar las experiencias.
Se invitó a la audiencia a pensar en eso y reunirse con tres o cuatro o cinco personas que estuviesen a su alrededor y compartirlo. Fue verdaderamente entusiasmante ver la participación de la gente, y el esfuerzo de algunos por compartir y conversar con «desconocidos». Rápidamente el espacio se inundó de bullicio, y un ambiente reflexivo y amigable se instauró en el recinto.
Les pedimos que alguna persona de caga grupo expusiera brevemente qué características tenían o compartían las experiencias que escucharon de los miembros de su equipo.
Al principio fueron pocos los que se adelantaron a hablar frente a todos, y conforme acababan, más manos se fueron levantando para contarnos lo que habían detectado.
Se colocaron en un papel las palabras o características en común que tenían las experiencias relatadas, y fue así como dedicamos gran parte de nuestra presentación a un ejercicio activo que nos situara en un ámbito donde el conocimiento colectivo es posible y vimos reflejada y comprobada una hipótesis: que debemos seguir buscando motores, dinámicas y actividades que despierten el interés por compartir, analizar, hacer relaciones mentales, motivar un aprendizaje distinto e independiente a la escolaridad, que nos recuerde la libertad y la fuerza que tiene la colectividad cuando se reúne con un objetivo en común.
Hace un mes, el Centro Universitario de Teatro organizó un homenaje al director de teatro polaco Ludwik Margules. Durante dos días sus alumnos, actores y colaboradores compartieron experiencias, aprendizajes y puntos de vista respecto al trabajo del creador. Fue valioso para los alumnos, y para el medio teatral, abrir un espacio para discutir el teatro en la actualidad. Una cosa que destacó durante el encuentro es la relación entre la postura escénica de profesionales que ahora ocupan los espacios escénicos y la postura de los alumnos del CUT, que atentos tomaban nota y hacían preguntas a sus maestros respecto a los que alguna vez les dieron clase a ellos.
Después de este encuentro es importante reflexionar respecto a la postura de los estudiantes en la actualidad, y a la manera en que el trabajo creativo de Margules permea en la enseñanza del teatro actual. ¿Cómo se relaciona una práctica teatral como la de Margules con las nuevas propuestas escénicas, el teatro posdramático, documental y la escena expandida, entre otras nuevas propuestas? En este sentido, tenemos que observar la herencia pedagógica de Margules desde una postura crítica para reflexionar respecto al teatro que se hacía en la época en que Margules tuvo su mayor afluencia escénica, y para comparar dicha época con la actual.
En la actualidad, en las escuelas de teatro, existe una tensión entre diversos ejes que definen los intereses particulares de la enseñanza teatral. Uno de esos ejes es el mercado en el cual los actores y actrices estaremos inmersos una vez acabada la universidad. Las escuelas de teatro no pueden ser ajenas a este mercado y sus necesidades. Otro eje importante es la postura escénica de quienes actualmente dirigen las escuelas de teatro, que buscan una pedagogía que vaya acorde con su manera de ver y hacer el teatro. Y otro eje es el que se cruza entre las diversas perspectivas de la escena contemporánea y de los intereses de los alumnos.
Por otro lado existen, desde nuestra perspectiva, dos ejes pedagógicos que están en tensión, y que valdría la pena revalorar a partir de lo sucedido en el encuentro. Uno de estos ejes parte del concepto de puesta en escena, del teatro como un hecho dramático y del actor como un intérprete, y otro eje parte del actor como un creador escénico, de un concepto de creación escénica y del hecho escénico como un espacio en donde el texto dramático, el drama, ya no es lo más importante.
Pero ahora damos pie a las reflexiones de algunos estudiantes del Centro Universitario de Teatro y de otras personas que expusieron sus ideas durante el encuentro en unos papelitos que dejamos en una mesa para que la gente pudiera escribir lo que pensaba del encuentro. Aquí hay algunas de esas reflexiones:
Reflexiones varias:
‘Sin duda las enseñanzas que he tenido en mi proceso del CUT, después de estas conferencias las puedo vincular directa o indirectamente con Margules, pues es evidente la relación de mis maestros con Margules’.
‘Es una de las pocas ocasiones en la que se da la oportunidad de revisar la historia del CUT desde una cuestión administrativa hasta la formación de actores y hombres de teatro en general –de tan gran renombre-. Es importante conocer la trayectoria pedagógica y profesional de todo lo relacionado con el teatro mexicano’.
‘Me parece un espacio que ha comprendido una amplia gama de temas completamente educativos. Siendo pragmático diría que estas mesas, comentarios y risas son comparables con una odisea. Como actual alumno me da una idea de cómo es que osciló el teatro y la enseñanza de éste hace ya varias décadas, cómo es que se forma en la actualidad y cómo es que se desarrollará cuando nos toque hablar de la pedagogía, y más aún de la cosmovisión artística de quienes fueron nuestros maestros’.
‘Las enseñanzas de los ancestros –y maestros- parecen una utopía hoy; resultan un ideal, hablando de un presente en el que estamos investigando y explorando cómo hacer nuestro teatro sin y con todo lo que tenemos. Al mismo tiempo es un horizonte paralelo – vamos a revolucionar constantemente la expresión-creativa del actor-actriz. ¿Pedagogía? Hay carencia. ¿Compromiso ético? Hay que defenderlo a capa y espada con la dignidad de un felino’.
‘Lo relaciono totalmente con mi trabajo como periodista interesado en la investigación teatral, en particular en los procesos de directores como Montoro y Margules. Estos encuentros me interesan como espectador de dos momentos teatral hoy reunidos: el actual y el pasado, tan definitivo de tantas generaciones y que nos sigue tocando’.
‘Me hace cuestionarme sobre la responsabilidad y consciencia del actor mismo, de modo que pueda prescindir del maestro (verdugo). De ninguna manera hablo de los alumnos de Margules, sino de la generación a la que pertenezco. ¿Qué podemos hacer nosotros para rescatar la disciplina y la profundidad en el trabajo?’
‘El encuentro con personas que van más adelante en el camino del quéhacer teatral es campo fértil para el cuestionamiento y la crítica. Solo mediante el diálogo somos partícipes de procesos creativos que no pudimos presenciar. Hay algo de mágico cuando la experiencia se junta con el ímpetu del saber’.
‘Sustenta y explica la experiencia educativa de mi generación en el CUT, pues comprendemos el camino recorrido para llegar al CUT actual. También resuelve varias dudas sobre el mito del rigor implacable en la escuela, tranquilizando así a mi juez interno. Conocer, rememorar el pasado le da peso y sentido al presente; a la esencia del teatro actual, a nuestra generación y más adelante, al futuro teatro en México’.
‘Abre una posibilidad a profundizar en el puente, en los lazos del teatro que había cuando Ludwik Margules vivía y el teatro actual. Cuestionándome ¿qué ha sucedido con ese puente?, cómo la cosa se ha ido de un extremo de rigor, rompimiento a partir de una metodología del ‘no’, al otro extremo que quizá sea el actual. Poniendo como ejemplo algunas de las palabras que Emma Dib y Laura Almela compartieron tanto a sus colegas como a sus alumnos: creadores en proceso que, por su puesto, existe, debe existir un método, una manera en la que no sea necesario lanzar a la persona al abismo; sino que uno puede ser capaz de hacerlo por voluntad propia generando una amplitud personal en la creación de mundos, de universos’.
Ya está disponible el número 2 de La Barraca. Durante la presentación del material, el pasado 21 de abril en el Foyer del Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, surgieron preguntas importantes y comenzó a darse una interesante charla que podremos continuar y profundizar en los cuestionamientos y temas fundamentales de la enseñanza y aprendizaje, la pedagogía, la formación teatral y sus condicionantes y la perspectiva histórica de estas maneras de abordar el teatro.
Los invitamos a seguir de cerca este proyecto y a asistir al Primer Encuentro La Barraca El teatro y sus contornos: escenarios de la enseñanza teatral. 21 y 22 de mayo en el CUT UNAM.
Busca tu revista en: Foro Shakespeare, Libros de Godot, Centro Universitario de Teatro, Teatro La Capilla y Café Rokambole.